jueves, 18 de diciembre de 2008

De la mirada de JM contra Vin Diesel y sus amigos

Me he llevado un mes yendo a un gimnasio aquí en Linköping, y el último día fue espectacular, una situación que un tipejo de 65 kilos y 1,80 m nunca se imaginaría que pasaría.

Sí, ahí estaba yo, con mi camiseta amarilla de Decatlhon, mis calzonas beige del Decatlhon, mis zapatillas de deportes rojas y blancas del Decatlhon y mis calcetines azul oscuro con dos rayas del...del baratillo...en la MÁQUINA...la que solo usan los musculados musculosos de mucho musculo por debajo de la nuca, poniendo mis kilillos...que no os digo cuántos porque no me creeríais, y de repente...raudos como hienas, ágiles como tortugas (no olvidemos que el sobredesarrollo del musculo involuciona la agilidad), bueno eso...el doble de Vin Diesel con dos amigos que eran otros dos roperos empotrados yendo directos para usar la MÁQUINA, pero heme allí a mí...y cuando acabé de poner mis kilillos...que no os digo cuántos porque no lo creeríais, me incorporé, los miré...tiré de ambas mancuernas y Vin Diesel y sus ropero empotrados se fueron a hacer pesas a otro lugar.

Fue mi momento de gloria, un orgullo insano me recorrió el cuerpo, uno de la Puebla contra Vin Diesel y sus colegas, y vencí y tenía que compartirlo.

PD.: He vuelto, pero acuérdate que nunca me fui.

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