Bueno, ya se termina la "semana 4", la adaptación continua, no hay más remedio. Voy a hacer unas puntualizaciones para explicaros en que se da uno cuenta de la adaptación al medio de vida sueco:
- Voy directamente a donde está la cola.
- Al entrar en un banco, voy directo a la caja donde te dan el número de espera. Si hay cola, la hago.
- Pago en la maquina de monedas del supermercado para quitarme la chatarra de encima.
- Voy en bicicleta a todos lados.
- Reciclo el papel pero no me importa dejarme encendida una luz.
- Toco el timbre de la bici, para que la gente se aparte.
- Como pastelitos y galletas (cakes and cookies) cada viernes.
- Cuando sale el sol, me voy a tomarlo.
- +10ºC es ideal para ir en mangas cortas.
- Todo lo controlo en función del número de la semana en que vivo.
Pero también puntualizo cosas a las que nunca me adaptaré del medio de vida sueco:
- Mi ropa huele a....NO, MI ROPA NO HUELE A NADA.
- No ando descalzo por la habitaicón y mucho menos por la cocina.
- Reciclo el papel y me vuelvo para apagar la luz.
- Si al tocar el timbre de la bici, alguien no se aparta a tiempo, me cago en su puta madre.
- Sigo andando pausadamente.
- Si sale el sol me voy a tomarlo, ¡pero no me despeloto!
- Sigo comiendo a la una y media, más o menos.
Hoy he ido a donde voy a vivir, usease, a mi apartamento. Está cruzando un río, bueno no, el río. Hay un paseo precioso que lo recorre todo el río y llega hasta un lago. Tengo el supermercado, el ambulatorio, la caja postal, el cajero del banco y varios restaurantes y cafeterías alrededor, además de un parque. Está a unos 10 minutos del centro de la ciudad andando, y en bicicleta se tarda como 15 minutos en llegar a la universidad cruzando un bosque de árboles altísimos.
Y ya como colofón, la parte de gourmet, este finde me he esforzado, he hecho Salmon al Horno.
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